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CANNABIS: Riesgos y usos terapéuticos.

El uso recreativo del cannabis conlleva riesgos asociados mientras que su uso terapéutico es controvertido.

El cannabis es la droga ilegal más consumida en el mundo. Se estima que un 3,8% de la población mundial la ha consumido alguna vez.

El cannabis puede fumarse como marihuana, que son las hojas y flores de la especie cannabis sativa. El hachís se obtiene de la resina de la planta y se fuma mezclándolo con tabaco.

¿Qué es el cannabis?

El género cannabis incluye 3 especies: sativa (la más conocida), indica y ruderalis. Todas las plantas del género cannabis contienen cannabinoides. De ellos destacamos 2 por ser los más activos:

  • El delta-9-tetrahidrocannabinol (THC), con actividad psicoactiva.
  • El cannabidiol (CBD), con efecto ansiolítico y sedante, sin efecto psicoactivo. Puede ser usado para la deshabituación del cannabis. 

¿Cómo actúa el cannabis?

Los compuestos activos del cannabis son llamados fitocannabinoides para distinguirlos de los opiáceos internos que nuestro organismo produce, llamados endocanabinoides. Nuestro organismo posee un sistema de moléculas con efectos similares a los fitocannabinoides. 

Producimos 2 endocannabinoides muy similares a los cannabinoides vegetales. Estos son la anandamida (similar al THC) y el 2-araquidonilglicerol (similar al CBD).

  • La anandamida interviene en la concentración, la memoria, en el hambre, los patrones de sueño y el alivio del dolor
  • El el 2-araquidonilglicerol interviene en la percepción sensorial del ambiente externo, en el sistema endocrino (aumentando la producción de glucocorticoides e inhibiendo la liberación de gonadotropinas) o actuando sobre el hipotálamo al regular la oxitocina y la leptina.

Recientemente se han creado moléculas con mayor afinidad por los receptores cannabinoides, son los llamados sintocannabinoides o canabinoides sintéticos. Estos compuestos tienen mayor potencia y efectos adversos más graves que los compuestos naturales, habiéndose descrito casos de muerte por su consumo.

La ventaja de los sintocannabinoides radica en que en su diseño pueden potenciarse determinadas propiedades de los otros tipos de cannabinoides. También pueden eliminarse aquellas otras que estén relacionadas con la aparición de efectos secundarios.

¿Qué efectos produce el cannabis?

Los efectos del cannabis se notan a los pocos minutos de su consumo vía inhalatoria, durando sus efectos un par de horas. No obstante, su consumo puede ser detectado durante semanas tras el consumo en fluidos biológicos o durante meses en el cabello.

El consumo agudo de cannabis tiene efectos a diferentes niveles del organismo. El cannabis tiene efectos a nivel central y a nivel sistémico.

A nivel central el cannabis puede causar:

  • Reducción del dolor neuropático.
  • Aumento del apetito.
  • Somnolencia.
  • Aumento del tiempo de reacción e incoordinación motora.
  • Disminución de la memoria de corto plazo y menor grado de atención.
  • Relajación y aumento del bienestar.

A nivel sistémico el cannabis puede causar:

  • Reducción de las hormonas sexuales y aumento de la prolactina.
  • Reducción de la inmunidad celular.
  • Relajación muscular.
  • Boca seca y reducción de la sensación nauseosa.
  • Ligera broncodilatación.
  • Aumento de la  frecuencia cardiaca y de la tensión arterial.
  • Enrojecimiento ocular y disminución de la presión intraocular.
Cannabis: Riesgos y usos terapéuticos
El cannabis para uso médico requiere de prescripción y control.

¿Qué riesgos y consecuencias tiene el consumo de cannabis?

Como droga que es al consumir cannabis tenemos una liberación de dopamina, tal y como produce el uso de las redes sociales.

Su extendido consumo entre la población se basa en la percepción de que es una droga blanda, por lo que suele minimizarse su impacto sobre la salud. 

El cannabis, aunque presenta un síndrome de abstinencia menos intenso que otras drogas, causa alteraciones a nivel psíquico y físico que deben conocerse.

A nivel psíquico.

Psicosis: Puede ser transitoria, de horas o semanas de duración, o brotes prolongados en caso de consumo frecuente. No obstante, no todos los consumidores desarrollan este cuadro psicótico. Variables como la susceptibilidad individual, la edad de inicio del consumo y la pureza de la marihuana consumida son factores importantes de cara a estas manifestaciones.

Trastorno bipolar: Los consumidores de cannabis tienen una mayor probabilidad de desarrollar trastorno bipolar, así como de sufrir brotes maníacos de la enfermedad.

Deterioro cognitivo: Consumir cannabis reduce capacidades cognitivas como la memoria o atención y el rendimiento psicomotor. El tiempo de abstinencia para recuperar el estado basal es variable según el consumo que se haga del tóxico y la edad de inicio. 

Depresión: Los consumidores de cannabis presentan un mayor riesgo de padecer depresión. Diversos estudios también refieren que los consumidores de cannabis presentan mayor ideación suicida e intentos de suicidio.

Síndrome amotivacional: Asociado con más frecuencia en los consumidores de cannabis. El cuadro se caracteriza por apatía, desinterés por los estudios y el trabajo, además de bajo nivel de autocuidado. Este efecto suele remitir con el cese de su consumo.

Ansiedad: Pese a que el consumo de cannabis se asocia a un estado de relajación, puede aparecer ansiedad y pánico en intoxicaciones agudas o tras el cese de consumo. Estos cuadros suelen remitir con la abstinencia prolongada.

Flashback: Este efecto adverso es más habitual entre consumidores de alucinógenos pero también se ha visto en sujetos expuestos al cannabis. En el caso del cannabis el efecto se presenta sin el consumo de la droga.

Delirium: Este es un cuadro de agitación psicomotora, con desorientación temporo-espacial y lenguaje incoherente.

Fracaso escolar: Habitualmente asociado a las otras afecciones sobre el área cognitiva como la reducción de la motivación y  síndrome amotivacional.

Efectos sobre la conducta alimentaria: A corto plazo, el consumo de cannabis se asocia a un aumento del apetito. Este efecto se reduce si el consumo es continuado.

Efectos sobre el sueño: El cannabis causa somnolencia y altera el patrón sueño-vigilia. Puede también causar un aumento del sueño REM tras una interrupción brusca del consumo.

Otros efectos: Al aumentar el tiempo de reacción, el consumo de cannabis está penalizado durante la conducción de vehículos. Este efecto es máximo a la hora de haberlo fumado. Si se consumen otros depresores del sistema nervioso central como alcohol y sedantes o ansiolíticos como las benzodiacepinas este efecto se potencia. Debe recordarse que dar positivo a cannabis durante la conducción de vehículos acarrea una sanción de hasta 1.000 euros y la pérdida de 6 puntos del carnet de conducir. Tras fumar un porro, se puede dar un resultado positivo en un test de control durante un plazo de 6 horas a 3 días.

A nivel físico.

Efectos cardiovasculares: El aumento de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial entre los consumidores de cannabis aumenta el riesgo cardiovascular, sobre todo si ya existe una patología cardíaca previa. 

Efectos sobre el sistema respiratorio: Produce broncodilatación  con un aumento del volumen espiratorio forzado al primer segundo de 150 a 250 ml. Algunos pacientes asmáticos lo fuman con este fin pero no es una droga recomendable para este problema crónico de salud por sus efectos adversos asociados. 

Efectos oculares: El enrojecimiento conjuntival se debe a la vasodilatación que causa. También provoca una menor producción lagrimal y una reducción de la acomodación y del reflejo pupilar a la luz. El cannabis aplicado de manera local como colirio o de forma sistémica (vía oral o inhalatoria), reduce la presión intraocular.

Efectos gastrointestinales: El cannabis causa sequedad de boca y un menor peristaltismo intestinal. También reduce las náuseas.

Embarazo: Los principios activos del cannabis atraviesan la barrera hematoplacentaria durante el embarazo y son excretados en la leche. Se ha descrito en mujeres embarazadas consumidoras un menor peso del recién nacido y un leve acortamiento del periodo gestacional. Hay estudios que indican una alteración del desarrollo cerebral del neonato, con una mayor impulsividad y falta de atención en etapas posteriores.

¿Qué es la marihuana sintética?

Los cannabinoides sintéticos o sintocannabinoides han sido desarrollados en base a modificaciones de la estructura molecular de los compuestos naturales activos.

Para el uso recreativo, se han creado derivados del THC más potentes que la molécula original, con un potencial dañino mucho mayor. Ya existen descritos numerosos casos de intoxicaciones con cuadros de psicosis y alteraciones cognitivas graves. Está publicado en la revista New England Journal of Medicine los 18 casos de intoxicación durante el mismo día que se produjeron en Nueva York. Los afectados dieron positivo para el AB-Fubinaca. El cuadro que presentaban los afectados era parecido al de un zombi: Estado catatónico, con mirada al vacío, movimientos mecánicos y lentos, emitiendo sonidos similares a gemidos y lamentos de manera continua.  

¿Cuánto dura el síndrome de abstinencia del cannabis? 

No es habitual presentar un cuadro de dependencia física tras discontinuar su consumo. No obstante, puede aparecer en un 15% de los  consumidores crónicos o hasta en el 50% de los que realizan  un intenso consumo de la droga. 

La clínica manifestada por la abstinencia es muy diversa y variable pero está recogida y desarrollada en el apartado riesgos y consecuencias del consumo de cannabis. Solo por citar las manifestaciones más habituales: nerviosismo, irritabilidad, insomnio, sudoración intensa y craving (intenso deseo y urgencia por consumir la droga a la que se ha estado expuesto anteriormente). Estas alteraciones suelen alcanzar la máxima intensidad a los 4-5 días, reduciéndose paulatinamente hasta desaparecer a los 7-14 días. No obstante, el insomnio puede persistir durante más tiempo.

¿Cómo realizar la deshabituación del cannabis?

El cannabis no es una droga especialmente adictiva. Durante el año 2016, en los centros de drogodependencias de la Comunidad de  Madrid, los pacientes tratados por adicción al cannabis solo supusieron el 17%. Esta demanda se debía más a complicaciones relacionadas con los efectos adversos, sobre todo psíquicos como la psicosis, que con la dependencia.

Los psicofármacos usados para la deshabituación no son específicos para el cannabis.

En casos de intoxicaciones agudas con ansiedad asociada pueden emplearse  benzodiacepinas como el diazepam.

Durante el proceso de desintoxicación, si aparece síndrome de abstinencia, no hay tratamiento específico. De nuevo las benzodiacepinas pueden aliviar los síntomas, que habitualmente alcanzan su máxima intensidad a los 5 días de finalizar el consumo. 

Superadas la intoxicación aguda y la desintoxicación, se inicia la fase de deshabituación, que requiere mantener la abstinencia y pretende evitar las recaídas. En este sentido se han mostrado útiles los psicofármacos y la psicoterapia. La psicoterapia incluye las técnicas de prevención de recaídas, entrevista motivacional, terapia motivacional y terapias de orientación cognitivo conductual.

Los fármacos, aunque no son específicos para el tratamiento de la deshabituación al cannabis, han mostrado su utilidad, sobre todo los antidepresivos y los anticonvulsivantes. 

¿Qué usos terapéuticos tiene el cannabis?

El uso del cannabis con fines terapéuticos resulta de utilidad en el contexto de vómitos y náuseas por quimioterapia, en los dolores neuropáticos y en la espasticidad que ocurre en la esclerosis múltiple. En países como Holanda, Canadá, Israel y Holanda se puede adquirir cannabis con fines terapéuticos. Otros países como Australia, Alemania, Finlandia, Italia, Eslovenia o República Checa están en proceso de aprobar su uso médico.

Para uso médico se ha aprobado el marinol (dronabinol), un THC sintético y cesamet (nabilona), un cannabinoide derivado del THC.

Hay 2 extractos derivados de la planta:

  • Nabiximol (sativex): Un extracto de cannabis con una proporción de THC y CBD de 1:1.
  • Epidiolex: Con CBD solamente.

Otras opciones terapéuticas son los extractos de la planta, flores secas o tinturas y aceites. No obstante estas opciones no suelen estar estandarizadas en principios activos, además de poder contener restos de disolventes usados para obtener el producto u otros contaminantes como metales pesados presentes en la tierra usada para el cultivo o restos de pesticidas y bacterias u hongos. 

En resumen…

Aunque existen efectos adversos a corto, medio y largo plazo en el consumo de cannabis con fines recreativos, no se sabe con seguridad porque unas personas sufren diversos problemas como la psicosis o síndrome amotivacional y otros consumidores no. Lo que sí se conoce es una mayor predisposición genética en algunos casos y también que, a menor edad de consumo, mayor es el riesgo de padecer estos efectos adversos y otros.

El cannabis, al ser una droga ilegal, tiene una muy variable concentración de principios activos, esto sin duda influye en los efectos adversos.

El consumo de cannabis está muy extendido en nuestro medio y existe un alto número de sujetos adictos a esta sustancia que no demandan atención sanitaria, petición que suele producirse cuando se presenta una consecuencia grave, principalmente los trastornos psicóticos. El inicio precoz en el consumo de cannabis y el consumirlo en grandes cantidades puede llevar a graves consecuencias psiquiátricas, pudiendo alguna de ellas llegar a ser irreversible. No existen por ahora tratamientos farmacológicos específicos para el tratamiento de esta adicción, por lo que las técnicas psicoterapéuticas cognitivo-conductuales son las de mayor evidencia de eficacia para el tratamiento.

Respecto al uso del cannabis con fines terapéuticos, este resulta de utilidad en el contexto de vómitos y náuseas por quimioterapia, en los dolores neuropáticos y en la espasticidad que ocurre en la esclerosis múltiple.

Si quieres ampliar la información sobre la información mostrada en este post sobre la marihuana, con sus riesgos y usos terapéuticos, puedes consultar la siguiente bibliografía recomendada:

https://www.cdc.gov/marijuana/es/data-statistics.html

https://www.mayoclinic.org/es-es/healthy-lifestyle/consumer-health/in-depth/medical-marijuana/art-20137855

https://www.comunidad.madrid/servicios/salud/cannabis-riesgos-asociados-consumo

Dr. Antonio Alfonso García

  • Médico y Farmacéutico
  • MIR de Medicina Interna
  • Graduado en Nutrición Humana y Dietética
  • Graduado en Ciencia y Tecnología de los Alimentos

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14 respuestas a «CANNABIS: Riesgos y usos terapéuticos.»

Tengo ahora 31 años. Cuando probé la marihuana con unos amigos a los 23 años me hizo sentir tan bien que me hice activista promarihuana. Poco a poco consumía más y más hasta que en 2 años fumar marihuana era lo primero que hacía al levantarme. En unos meses empecé a notar ansiedad si aplazaba el siguiente porro del día, luego empecé a notar fallos en mi memoria con despistes y olvidos muy frecuentes, pero ignoraba el problema. Cuando di positivo en un control de tráfico me di cuenta que el asunto se me había escapado de las manos. Hoy llevo ya 2 años sin consumir y aunque lo pase muy mal al principio de dejarla debo decir que es lo mejor que he podido hacer. No recomendaría la marihuana ni para usos médicos, el daño que puede causar para mi es inasumible. Espero que mi problema pueda evitar nuevos adictos a esta droga. Muchas gracias y perdón por la extensión

Lo mejor es legalizarla!. Los consumidores ganarian en seguridad y control por pasar a ser una droga legal y además daria ingresos por impuestos

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