La Inteligencia Artificial (IA) es una realidad en el día a día en muchos aspectos de nuestras vidas, desde la domótica en el hogar al reconocimiento facial pasando por tareas industriales de producción en cadena que permiten el abaratamiento de costes para poder poner diversos bienes a un precio menor que si el proceso no estuviera automatizado.
La IA son algoritmos desarrollados para permitir que las máquinas tomen decisiones concretas a partir de una serie de normas generales extraídas de miles o millones de casos similares.
La utilidad de la IA en medicina abarca el área asistencial, investigadora y docente, principalmente.
1- ASISTENCIAL
Dentro del terreno asistencial la IA puede ayudarnos en el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de pacientes tomando en cuenta sus particularidades para personalizar la asistencia y no solo automatizarla.
Diagnóstico
Tanto en Radiología como en Anatomía Patológica ya existen y se aplican algoritmos de detección para el cáncer de pulmón, mama, cérvix, piel, próstata o en tumores de cabeza y cuello mediante la identificación de patrones biológicos como proteínas o metabolitos. Incluso existe un algoritmo que da apoyo diagnóstico a más de 7.000 enfermedades raras a partir del reconocimiento facial.
Tratamiento
Existen distintos dispositivos en el mercado que ofrecen mejoras en la autonomía del paciente. Desde bombas de insulina a detectores de actividad cardiaca, marcapasos, desfibriladores, detectores de glucemia…
También existe un amplio desarrollo de robótica para la cirugía de cara a la intervención en patologías como próstata, páncreas o colorrectal.
Seguimiento
Hay algoritmos que permiten, mediante detección facial y de voz, el reconocimiento de emociones o ánimo en pacientes psiquiátricos para estimar su riesgo de conductas suicidas o autolíticas. Otros algoritmos implementados en distintos dispositivos permiten ofrecer la medicación al paciente dependiente a la hora adecuada, guardando además parámetros de salud para evaluar los cambios en tensión, glucemia u otras variables biológicas en tiempo real. También existen dispositivos que pueden ser usados para la rehabilitación física o mental de pacientes, así como para la solicitud directa pero automática de asistencia sanitaria presencial o en remoto.

2- DOCENCIA
En docencia, la IA permite la preparación, estudio y entrenamiento de los profesionales sanitarios y personal en formación para la adquisición de habilidades de ejecución.
En este sentido pueden crearse escenarios virtuales que recrean situaciones reales de la práctica clínica como cirugías o casos de medicina intensiva.
3- INVESTIGACIÓN
En investigación, el uso de IA permite la búsqueda de nuevas moléculas con potencial terapéutico a partir de modelos matemáticos y biológicos que aceleran las fases preclínicas de desarrollo de nuevos fármacos, reduciendo costes y aumentando la velocidad del proceso. Otras aplicaciones son los modelos de expansión de patologías infecciosas o de respuesta a tratamiento en pacientes oncológicos o con ciertos polimorfismos que condicionan una respuesta distinta a la habitual.
Problemas éticos de la IA
Pese a que los algoritmos usados en ordenadores u otro hardware puede procesar más información y más rápido que los humanos, los aspectos éticos no pueden implementarse en el software. Para paliar este defecto, la Unión Europea ha propuesto una serie de principios para el uso de una IA éticamente responsable:
En primer lugar, la IA debe estar enfocada al ser humano. Es necesario respetar los principios de la Bioética de Beneficencia, No Maleficiencia, Justicia y Autonomía del paciente
También es necesario vigilar escenarios con asimetría de poder donde pueda aplicarse la IA como minorías étnicas, sociales o de otro tipo, niños, consumidores frente a empresas o empleados frente a empleadores.
Dado que la IA se basa en el aprendizaje automático a partir de miles o millones de casos, hay que ver si en esa recopilación de datos existe un número representativo suficiente de todos los colectivos de los que va a emitir un juicio. Por ejemplo, los sistemas de reconocimiento facial son mejores en varones blancos que en mujeres negras porque este último colectivo está infrarrepresentado en la muestra de la base de datos.
En resumen, si bien la IA supone un avance y mejora para los individuos y para la sociedad, también puede causar daños en relación a aspectos éticos y colectivos poco representados, por lo que es necesario estar alerta a los aspectos críticos.
¿Estás a favor del uso de la IA en Medicina o te parece que despersonaliza la asistencia?, ¿cuáles son las virtudes y defectos que ves a su uso?. Dejad vuestros comentarios al pie de este post.
Dr. Antonio Alfonso García
- Médico y Farmacéutico
- MIR de Medicina Interna
- Graduado en Nutrición Humana y Dietética
- Graduado en Ciencia y Tecnología de los Alimentos
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4 respuestas a «Inteligencia Artificial y Medicina.»
Hola doctor, voy a empezar a realizar ejercicio y me interesa saber si recomienda algun reloj o disposotivo especial para el control de la actividad. Tomo pastillas para tension, azucar, colesterol y prostata. Un saludo
Hola Joan, en función de la actividad física que vayas a realizar podrás elegir un reloj o banda que se adapte mejor a tus necesidades y preferencias. Consulta por internet blogs dedicados a relojes deportivos para encontrar en más adecuado. Saludos
Buenos dias doctor Alfonso. Soy diabético desde hace años, hace 2 meses me pusieron una bomba de insulina que ha mejorado mi calidad de vida. Era muy reacio a usar un aparato así 24 horas a ldía pero debo decir que ha mejorado mi independencia y el control del azucar, gracias por los post.
Hola Pablo, me alegra puedas hacer un buen uso de la bomba de insulina para mejorar tu calidad de vida. No obstante, recuerda que ni la mejor tecnología puede sustituir un estilo de vida saludable. Saludos