Se inicia con el cambio de mes de julio a agosto una nueva operación salida que llevará a millones de personas a su destino de vacaciones deseado después de estos largos meses de espera (o años, por el Covid-19). Desgraciadamente, algunas personas no llegarán a su destino en el momento planificado o, peor aún, no llegarán nunca, debido a un accidente durante su desplazamiento.
Los accidentes de tráfico y sus consecuencias son un grave problema de Salud Pública, con repercusión en el ámbito social, económico, legal y sanitario. El año pasado murieron en España 1.004 personas y otras 3.728 resultaron heridas graves. La mayoría de estos accidentes son debidos a errores atribuibles a un factor humano, lo que los hace evitables en gran parte.
Dentro de las causas prevenibles, encontramos el consumo de medicamentos. Si bien los fármacos pueden tener una función terapéutica, ninguno de ellos está libre de efectos secundarios y alguno de estos puede causar riesgo para la conducción. Aunque solemos centrar la atención en el conductor que hace uso legítimo de un medicamento para tratar alguna dolencia (depresión, alergia, ansiedad, diabetes o epilepsia, entre otras), lo cierto es que también como peatones podemos poner en riesgo nuestra seguridad y la del tráfico rodado si consumimos medicamentos.
También es necesario recordar que los medicamentos vendidos en farmacia sin receta médica o los comprados por internet pueden comprometer la conducción, ante la duda es necesario consultar con un profesional sanitario y leer el prospecto.
Exponernos a conducir tras el consumo de medicamentos que interfieran en la conducción lleva asociada una sanción de 1.000 euros junto a una pérdida de 6 puntos en el carnet de conducir. Las excepciones a esta norma son la prescripción médica en vigor para el conductor, pero esto no exime de estar en condiciones óptimas para la conducción. La normativa que recoge dichos detalles puede consultarse en el artículo 12 de la Ley 6/2014 sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial aprobado por el Real Decreto Legislativo 339/1990.
Medicamentos de riesgo para la conducción y síntomas
Cuando hacemos uso de cualquier nuevo medicamento, suplemento o producto fitoterapéutico debemos prestar atención a la aparición de síntomas como la falta de concentración, somnolencia o lentitud, alteraciones visuales o auditivas, descoordinación motora, inestabilidad, mareos, desmayos o vértigos. Los medicamentos que con mayor probabilidad pueden causar estos efectos son los ansiolíticos, hipnóticos, antiparkinsonianos, antigripales, antiepilépticos, antidepresivos, antialérgicos, antimigrañosos, analgésicos y anti psicóticos, como grupos más importantes.
La simbología que refleja la influencia de un medicamento en la conducción se muestra en el envase del medicamento como un triángulo rojo con un coche en su interior.

Desde el punto de vista de su influencia sobre la conducción, podemos clasificar los medicamentos como:
Categoría 0 (sin efecto sobre la capacidad de conducción)
Medicamentos cuyo consumo es seguro para la conducción y es raro que influyan. Pueden sin embargo causar interacciones si se toman conjuntamente con otros medicamentos o con alcohol.
Categoría I (Influencia leve sobre la capacidad de conducción)
Es necesario estrechar la vigilancia sobre estos medicamentos, sobre todo en los primeros días de consumo. En este grupo incluimos la codeína (si el consumo es inferior a 20 mg) o el clometiazol (tras 8h del consumo).
Categoría II (Influencia moderada sobre la capacidad de conducción)
Es muy recomendable abstenerse de conducir los primeros días de tratamiento. En caso de tratarse de una medicación que va a ser consumida a largo plazo (antidepresivos, antipsicóticos…) es necesario consultar con el médico prescriptor para buscar alternativas farmacológicas con menor influencia sobre la conducción. Este grupo abarca la hidroxicina, usada como antialérgico y ansiolítico, bupropión y naltrexona, usados para tratar la adicción a nicotina y alcohol, respectivamente, antidopaminérgicos como la levodopa, antipsicóticos como el litio, haloperidol (vía oral) o la risperidona y antidepresivos como la venlafaxina.
Categoría III (Influencia muy alta sobre la capacidad de conducción)
El paciente tratado con estos medicamentos no puede conducir en los primeros días de consumo. Al igual que en el caso anterior, deben buscarse alternativas más seguras para la conducción, sobre todo en el caso de los conductores profesionales. Este grupo incluye medicamentos como la quetiapina (al inicio de su uso), la trazodona como antidepresivo o las benzodiacepinas y moléculas relacionadas como zolpidem, lorazepam y diazepam.
Los medicamentos expuestos, sin ser una recopilación exhaustiva, dan una idea de los numerosos fármacos de uso común que presentan un peligro potencial para la conducción.
Precauciones adicionales
Pese a estas categorías, hay situaciones especiales que requieren unas precauciones adicionales como ocurre con pacientes que consumen varios medicamentos, ante cambio de dosis de un medicamento en uso, en pacientes de edad avanzada, ante la presencia de cansancio o insomnio, en conductores con trayectos de más de 30 minutos ininterrumpidos y en repartidores o conductores profesionales de taxi y camión, entre otros.
Conclusiones
cualquier medicamento puede potencialmente influir sobre la capacidad de conducción pero son los fármacos ansiolíticos, hipnóticos, antiparkinsonianos, antigripales, antiepilépticos, antidepresivos, antialérgicos, antimigrañosos, analgésicos y antipsicóticos los que tienen mayor riesgo de causar este efecto, por lo que debemos estar atentos a la aparición de síntomas en los primeros días de uso y no conducir. Ante cualquier efecto adverso o duda, consultar a un profesional sanitario, preferentemente al prescriptor del medicamento, para buscar alternativas terapéuticas.
¿Tomas algún medicamento de manera habitual y conduces?, ¿has sufrido algún efecto adverso relacionado con fármacos y conducción?. Dejad vuestros comentarios al pie de este post.
Dr. Antonio Alfonso García
- Médico y Farmacéutico
- MIR de Medicina Interna
- Graduado en Nutrición
- Graduado en Ciencia y Tecnología de los Alimentos
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4 respuestas a «Medicación y conducción, mala combinación.»
Buenas noches doctor. Mi medico me ha cambiado una pastilla para el azucar hace 4 dias y siento nauseas desde entonses. Esto se pasara o debo consultar con el doctor?
Hola Miguel. No puedo ayudarte con la información que aportas, necesitaría más datos sobre ti y sobre el medicamento. Ante cualquier duda con tu medicación acude al médico que te lo recetó. Un saludo.
Es posible que despues de dar sangre un medicamento para la alergia que tomaba hace tiempo sin problemas me de sueño ahora?
Hola Cisco, medicamentos para la alergia hay muchos. Mira si es el mismo medicamento y el mismo número de mg. Otras situaciones que pueden cambiar el metabolismo de muchos fármacos es el estado del hígado o la toma simultánea de otros medicamentos. Revisa todos estos factores. Un saludo