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Fármacos y microbiota. Enfermedades asociadas.

Muchos medicamentos, y no solo los antibióticos, pueden influir sobre nuestro microbioma intestinal y esta, a su vez, sobre nuestra salud global.

Las investigaciones llevadas a cabo en los últimos años han puesto en valor la importancia de las distintas comunidades microbianas que pueblan cada uno de los hábitats de nuestro organismo, desde la piel al sistema gastrointestinal, pasando por los pulmones y sistema genitourinario. Esta microbiota cumple múltiples funciones a nivel inmunitario, defensivo o nutricional.

No obstante, numerosos factores de nuestro día a día como el estrés, malos hábitos alimentarios, sedentarismo y fármacos pueden alterar nuestra microbiota, incrementando el riesgo de padecer enfermedades inflamatorias como el síndrome de intestino irritable, colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn o esteatohepatitis no alcohólica. Otras enfermedades también relacionadas con una microbiota alterada son la obesidad, cáncer colorrectal o la diabetes mellitus tipo 2 (DM2). Incluso patologías del sistema nervioso central como la depresión, autismo o el Parkinson se han asociado a una microbiota alterada. En Disbiome (https://disbiome.ugent.be), pueden consultarse estudios que asocian alteraciones en la microbiota y enfermedades. Actualmente hay unas 300 patologías catalogadas.

En este post pondremos el foco sobre la microbiota intestinal. Dentro de los factores que pueden alterarla nos centraremos en uno que es capaz de producir cambios radicales en un breve periodo de tiempo como son los fármacos. Además de los archiconocidos antibióticos como agente devastador sobre la flora gastrointestinal expondremos otros medicamentos de impacto menos agresivo pero que debido a su uso a largo plazo, por ser parte del tratamiento de patologías crónicas, pueden tener también una gran importancia y alterar nuestra microbiota.

Grupos farmacológicos

El orden de presentación de los fármacos se basará en el volumen de ventas, de mayor a menor, por número de envases dispensados el pasado año 2021 y la clasificación por subgrupo farmacológico, publicado por el Ministerio de Sanidad de España. En total, la factura farmacéutica del Estado superó el año 2021 los 11.000 millones de euros.

Inhibidores de la bomba de protones (IBP)

Con 72,4 millones de envases dispensados, fármacos como el omeprazol, esomeprazol o pantoprazol ocupan el primer lugar en esta clasificación de disruptores de la microbiota intestinal. Los IBP se usan para el tratamiento de la acidez, curación de úlceras gastroduodenales, reflujo gastroesofágico y tratamiento coadyuvante contra el Helicobacter pylori, entre otros. Su uso prolongado se asocia a un mayor riesgo de infecciones por Clostridium difficile e incluso por Streptococcus pneumoniae adquirido en la comunidad. Los IBP han demostrado un efecto bacteriostático in vitro, reduciendo la cantidad y variedad de la flora intestinal . En menores de 1 año, su uso se ha relacionado con un incremento de alergias a medicamentos y alimentos.

Estatinas

Ocupando el segundo lugar en ventas el pasado año está el grupo de agentes modificadores de los lípidos en monofármaco, con unas ventas de 70,5 millones de envases. Las estatinas son las protagonistas de este grupo. Son la primera opción terapéutica para las dislipemias con un colesterol LDL alto o tras eventos cardiovasculares, como prevención secundaria. Su efecto sobre la microbiota intestinal se basa en la alteración de la recirculación enterohepática de los ácidos biliares. Indirectamente, otros efectos de las estatinas son el laxante o un estreñimiento persistente, lo que podría causar modificaciones sobre la microbiota habitual.

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La microbiota intestinal puede ser dañada por fármacos y empeorar nuestra salud.

Metformina

Medalla de bronce para el grupo de fármacos hipoglucemiantes (excluyendo insulinas), con 42,3 millones de envases vendidos en 2021. En este grupo, la metformina es usada ampliamente como tratamiento de inicio para la DM2. Su empleo se asocia a efectos positivos sobre la microbiota intestinal al favorecer especies productoras de ácidos grasos de cadena corta. También se ha relacionado con una reducción del colesterol por reducir la absorción de ácidos biliares. Los géneros y especies implicadas en estos procesos son Butyrivibrio, Megasphaera, Prevotella, Bifidobacterium bifidum y A. muciniphila. Sin embargo, esta información no es una invitación a su uso o a la automedicación. Todo fármaco debe ser prescrito por un profesional sanitario para prevenir, diagnosticar o tratar un problema de salud concreto.

Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs)

El grupo de productos antiinflamatorios y antirreumáticos no esteroideos ocupó el cuarto puesto el pasado año, con 42 millones de envases vendidos. Destacan aquí medicamentos como el ibuprofeno, dexketoprofeno o diclofenaco. Su consumo se asocia a cambios en las poblaciones bacterianas y a una reducción de la barrera intestinal, favoreciendo la translocación bacteriana. Se ha visto que la ingesta conjunta de AINEs con Lactobacillus acidophilus y Bifidobacterium adolescentis, reduce el riesgo de ulceraciones a nivel del tramo intestinal iliar.

Algunas personas pueden ser más susceptibles a sufrir daño gastrointestinal por AINEs si tienen mayor número de poblaciones de Enterobacteriaceae, pues producen lipopolisacáridos que reducen la barrera intestinal.

Opioides

Lograron unas ventas de 32,1 millones de envases durante el pasado año 2021. Estos fármacos son potentes analgésicos de uso en el dolor oncológico o postoperatorio, entre otros. Los  ejemplos más conocidos son la morfina y el fentanilo. La codeína es un opioide menor usado más como antitusivo que analgésico. Estos fármacos causan estreñimiento en la mayoría de los pacientes que los consumen. Una reducción de la velocidad de  tránsito intestinal puede causar un crecimiento del número de poblaciones bacterianas. In vivo se ha demostrado también que el uso de opioides incrementa las poblaciones de Enterococcus y Staphylococcus, permitiendo además su translocación por alteración de la barrera intestinal, consecuencia del aumento de los niveles de interleuquina 17.

Antipsicóticos

Cierran la lista los antipsicóticos, con 15,3 millones de envases dispensados durante el año 2021. Estos fármacos, usados para el control de los trastornos bipolares y la esquizofrenia se asocian a un aumento de peso y del tejido adiposo. In vivo han demostrado un aumento de las interleuquinas proinflamatorias 8 y 1β, relacionadas con la insulinorresistencia y ganancia de peso. Se cree que la olanzapina puede alterar la microbiota intestinal por su efecto antibacteriano. Esto causaría un cambio en las poblaciones bacterianas. El tratamiento antipsicótico generalmente asocia un aumento en el índice de Firmicutes frente al de Bacteroidetes, mostrando un perfil de microbiota similar al de personas con sobrepeso u obesas.

Por último, no podía terminar este post sin nombrar los edulcorantes. Pese a que su consumo es seguro a las dosis habituales, no es menos cierto que existen estudios in vivo que demuestran cómo un consumo elevado de aspartamo, sucralosa o sacarina puede causar hiperglucemias solo explicables por la alteración de la microbiota intestinal encontrada. En otras palabras, un consumo elevado de edulcorantes podría causar DM2 a través de la modificación de la flora intestinal. 

Conclusiones

Volviendo a los medicamentos. ¿Significa esto que si tomas alguno de los fármacos expuestos debes dejar de hacerlo?. NO, pero conocer los efectos secundarios causados por la alteración de la microbiota puede permitir adelantarnos a sus inconvenientes. Recuerda que es importante…

·         No automedicarse.

·         Respetar las indicaciones de tu médico, farmacéutico o profesional sanitario (PS).

·         Consultar ante cualquier duda con tu médico, farmacéutico o PS de confianza.

Dr. Antonio Alfonso García

  • Médico y Farmacéutico
  • MIR de Medicina Interna
  • Graduado en Nutrición Humana y Dietética
  • Graduado en Ciencia y Tecnología de los Alimentos

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4 respuestas a «Fármacos y microbiota. Enfermedades asociadas.»

Buenas tardes doctor. Tomo a diario varios medicamentos de los grupos que explica en el post, como puedo reducir el riesgo asociado a las alteraciones de la microbiota expuestos?

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