Los Moduladores Selectivos de los Receptores de Andrógenos (SARM) han emergido como una nueva tendencia en el ámbito del dopaje, especialmente entre jóvenes que buscan mejorar su apariencia física y rendimiento deportivo.
A menudo los SARM se promocionan como una alternativa «más segura» a los esteroides anabólicos, pero esta afirmación es engañosa y peligrosa.
Es crucial comprender qué son los SARM, cómo funcionan y, sobre todo, los riesgos que representan para la salud.
¿Qué son los SARM?.
Los SARM son una clase de compuestos terapéuticos diseñados originalmente para tratar enfermedades como la pérdida muscular asociada al cáncer, la osteoporosis y bajos niveles de testosterona.
Su mecanismo de acción se basa en la unión selectiva a los receptores de andrógenos, que responden a hormonas como la testosterona o la dihidrotestosterona (DHT). A diferencia de los esteroides anabólicos, que activan estos receptores en muchos tejidos del cuerpo, se supone que los SARM tienen una mayor afinidad por los tejidos muscular y óseo, minimizando teóricamente los efectos en otros órganos.
Los SARM más conocidos son:
- Andarine (S4): Es un agonista parcial activo por vía oral del receptor de andrógenos. Desarrollado para el tratamiento de patologías como atrofia muscular, osteoporosis e hipertrofia benigna de próstata
- Ligandrol (LGD-4033): Es un modulador selectivo del receptor de andrógenos (SARM) desarrollado para el tratamiento de la atrofia muscular en personas con
fractura de cadera. Inicialmente se investigó para el tratamiento de caquexia, hipogonadismo y osteoporosis, pero se interrumpió el desarrollo para estas indicaciones. - Ostarine (MK-2866): Es un modulador selectivo de receptor androgénico desarrollado para el tratamiento de la atrofia muscular y la osteoporosis.
- Testolona (RAD-140): Este modulador selectivo del receptor de andrógenos se desarrolló como un posible sustituto de la TRT (Terapia de reemplazo de la testosterona). Al no ser una hormona sustrato de las enzimas 5-alfa-reductasa ni de la aromatasa, no se sufre como efecto secundario la pérdida de cabello ni la ginecomastia. Otras aplicaciones sobre las que se investiga es para la pérdida de masa muscular y en osteoporosis.
¿Cómo funcionan?.
Los SARM actúan uniéndose a los receptores de andrógenos en las células musculares y óseas, estimulando la síntesis de proteínas y, por lo tanto, el crecimiento muscular y la densidad ósea. La «selectividad» que se les atribuye es la base de la afirmación de que producen menos efectos secundarios que los esteroides anabólicos. Sin embargo, esta selectividad no es absoluta y, en la práctica, los SARM pueden tener efectos en otros tejidos.
Beneficios y riesgos de los SARM.
Beneficios de los SARM.
- Aumento de la masa muscular: Se promocionan por su capacidad para promover el crecimiento muscular, similar a los esteroides anabólicos, pero con la promesa de menos efectos secundarios.
- Mejora de la densidad ósea: Algunos de ellos, como el Ostarine (MK-2866), se investigaron inicialmente para el tratamiento de la osteoporosis.
Riesgos de los SARM.
A pesar de la publicidad que los presenta como seguros, los SARM conllevan riesgos significativos para la salud, algunos de los cuales son similares a los de los esteroides anabólicos:
- Supresión hormonal: Los SARM pueden suprimir la producción natural de testosterona en el cuerpo, lo que puede llevar a problemas como disfunción eréctil, disminución del deseo sexual, atrofia testicular, infertilidad y desequilibrios hormonales a largo plazo.
- Toxicidad hepática: Algunos SARM pueden causar daño hepático, elevando las enzimas hepáticas e incluso provocar insuficiencia hepática aguda.
- Efectos cardiovasculares: Pueden aumentar el riesgo de problemas cardiovasculares como hipertensión arterial, arritmias, ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, al alterar los niveles de colesterol (aumentando el LDL «malo» y disminuyendo el HDL «bueno»).
- Problemas de visión: Algunos SARM, como el Andarine (S4), se han asociado con problemas de visión, incluyendo dificultad para adaptarse a la oscuridad y visión borrosa.
- Efectos psicológicos: Pueden causar cambios de humor, irritabilidad, agresividad, ansiedad, depresión e incluso síntomas psicóticos en personas predispuestas.
- Riesgos desconocidos a largo plazo: Debido a que son compuestos relativamente nuevos, los efectos a largo plazo sobre la salud no se conocen completamente.
- Problemas de calidad y pureza: Muchos SARM se venden ilegalmente a través de internet, sin ningún control sanitario de calidad ni garantía de pureza. Esto aumenta el riesgo de consumir productos contaminados, con dosis incorrectas o incluso con sustancias diferentes a las que se anuncian.
¿Son los SARM considerados como dopaje?
Sí, los SARM están prohibidos por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) y otras organizaciones deportivas. Su uso en el deporte se considera dopaje y puede acarrear graves sanciones para los atletas.
Recomendaciones sobre los SARM:
- Evita el consumo de SARM: Los riesgos para la salud superan con creces los posibles beneficios. No existen atajos seguros para mejorar el rendimiento físico.
- Prioriza un estilo de vida saludable: Un entrenamiento adecuado, una alimentación equilibrada, un descanso suficiente y el manejo del estrés son las mejores estrategias para alcanzar los objetivos de forma segura y sostenible.
- Infórmate a través de fuentes confiables: Busca información en sitios web de organizaciones de salud reconocidas, estudios científicos y publicaciones médicas.
- Consulta con un profesional de la salud o un especialista en medicina deportiva: Un médico o un especialista puede proporcionarte información objetiva y basada en la evidencia sobre el rendimiento físico, la salud y los riesgos asociados con el uso de sustancias para mejorar el rendimiento.
En resumen:
Los SARM no son una alternativa segura a los esteroides anabólicos. Si bien pueden ofrecer algunos beneficios a corto plazo en cuanto a ganancia muscular y fuerza, los riesgos para la salud son significativos y a menudo se minimizan en la publicidad.
La falta de investigación a largo plazo, la falta de regulación y el riesgo de adquirir productos de baja calidad o contaminados hacen que el consumo de SARM sea especialmente peligroso.
La salud debe ser siempre la prioridad. Buscar atajos para mejorar el rendimiento físico puede tener graves e irreversibles consecuencias a largo plazo.
Dr. Antonio Alfonso García.
- Médico y Farmacéutico.
- MIR de Medicina Interna.
- Graduado en Nutrición Humana y Dietética.
- Graduado en Ciencia y Tecnología de los Alimentos.
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